Me llamo Lucía. Alguna vez me hice llamar Milena. Pero no, me llamo Lucía, tengo 34 años, transité la infertilidad, y con ella vinieron mil problemas más... todavía los padezco... necesito contarlos y compartirlos. Gracias por estar ahí.

miércoles, 6 de junio de 2012

Los fantasmas de siempre, y los nuevos

Bueno, aquí estoy, para contarles a mis amigas por dónde anda mi cabeza últimamente. Sucede que no quedé nada bien después de aquella cirugía de urgencia, posterior a la programada para arreglar mi uréter, en la que casi me muero. Desde entonces tengo pesadillas que incluyen quirófanos, muerte, y situaciones de enfermedades terribles. Más allá de las pesadillas, mis pensamientos también rondan por allí. Les cuento: hace unos pocos días, mi cuñada preguntó si pensábamos tener otro hijo (como si fuese tan fácil, je!). El Barba dijo "sí, sí". La verdad es que sólo una vez habíamos conversado sobre el tema y yo siempre lo dejaba supeditado a que me dieran el alta renal (porque en un mes empiezo los controles, y si algo anda mal, me tienen que sacar el riñón.... se imaginan que no tengo ni media gana de volver al quirófano, me da terror!!!). El punto es que, aún cuando me den el alta renal, yo lo primero que pensé fue: si me hacen cesárea de nuevo... me muero en el parto. Sí, ya sé que me van a decir que estoy loca, pero también mi entorno me decía que estaba loca cuando decía que tenía miedo a que algo saliera mal en la cirugía de riñón, y SUCEDIÓ. Tuve sueños sobre eso también. Sé que mi médico obstetra es de los que creen posible un PVDC (parto vaginal después de cesárea), pero lo cierto es que nadie te puede asegurar que eso ocurra. Tengo terror a una nueva cirugía, así sea para el nacimiento de un hijo. También tengo terror a que mi futuro hijo/a, no sea sano. Pienso: si salió bien una vez, con todas las cosas que me pasaron, NO PUEDE SALIR BIEN UNA SEGUNDA VEZ. Como si quisiera tentar al destino. Como si no tuviese derecho. Como si alguien o algo dijese: "no podías quedar embarazada y lo lograste. Ya está, no jodas más, o las cosas van a salir mal seguro".
A todo eso se suma, claro esta, lo de siempre: ¿quiero yo volver a pasar por meses y meses de indisponerme y llorar como marrana? OJO: sé que no será lo mismo. El hecho de tener a mi peque conmigo hace una diferencia abismal, sin duda. Pero... sé que voy a angustiarme igual si no logro embarazarme. De todos modos, sé que eso sería lo de menos.
Además, se suma una cosa más. Fíjense cómo la infertilidad es una ENFERMEDAD DE MIERDA que nos altera cada cosa de la vida cotidiana. Lo que se suma es la endometriosis, que acecha por todos lados. Durante el embarazo y la lactancia se mantiene "a raya", por una cuestión hormonal que no termino de comprender del todo (ni me interesa). Yo amamanté a Verita hasta sus 8 meses de forma exclusiva (salvo cuando estuve en el sanatorio, lógico.... de paso les cuento - perdonen el desorden en la narración - que ayer me volvieron a felicitar por haber logrado "relactar" a Verita, ya que, como les conté, cuando volví del quirófano no tenía ni una gota de leche, y parece ser que es raro lograr relactar... yo  en realidad creo que es mucho de amor, de empeño y de voluntad.... tres cosas que tuve a full para con mi peque). Bueno, les decía, amamanté a Verita hasta sus 8 meses. Luego me indispuse, y ahí tenía que tomar una decisión. Con la menstruación vuelven también a activarse las hormonas, y por lo tanto, también la endometriosis. ¿Qué hacer? Ahora vienen unas anticonceptivas específicas para endometriosis. Averiguando por internet vi que, en realidad, no se sabe a ciencia cierta si logran retrasarn la endo o no, pero al menos parecen ser mejores que las de siempre. Si decidía tomarlas, me iba a ir quedando sin leche, y además pasaba un poco de hormonas a la leche. Si no las tomaba, la endometriosis podía volver demasiado rápido. Decidí no tomarlas y privilegiar la lactancia de Vera. Pero los dolores menstruales fueron tan pero tan terribles (antes no eran así) que ni siquiera me dejaban atender a mi chiqui por dos días. Así que ahí decidí tomarlas, y renunciar a la lactancia (ojo, fue un duelo, pero no terrible... ella la fue dejando de a poco y ni se quejó, me dolió más a mí que a ella). En fin, ahora estoy tomando esas pastillas, pero nada asegura que vayan a ser efectivas del todo. Así que quizás, si busco otro hijo, esté sembrada de endometriosis de nuevo y no lo logre.... pero eso será otra historia. En todo caso quería mostrarles cómo siento que cada cosita de mi vida, queda atada a esta enfermedad.
Pero bueno, como siempre digo, aquí está ella, tan bella, tan sonriente, tan única.... que todo lo demás es secundario.
Gracias por leer!!!

domingo, 3 de junio de 2012

Primer cumple...

Y así fue como llegó el 23 de mayo y Verita cumplió un año. Y yo cumplí un año como mamá. Un año lleno de emociones muuuuy variadas. En primer lugar, la felicidad. Ella me colma de felicidad cada día y verla sonreir es para mí el mejor de los regalos. Por suerte es muy tranqui y simpática, así que sonríe seguido.
En este año me descubrí mucho más relajada de lo que pensé que podía ser alguna vez. Antes de tener a mi hijita, pensaba que iba a ser una madre hincha, de esas que no le sacan los ojos de encima a su retoño, que se asustan por cualquier cosa y que llora desesperadamente por pavadas. Pero no fue así, por suerte para ambas. Con decir que hasta mi marido lo reconoce!! jaja!! El único momento en el que lloré terriblemente fue cuando me dijeron que podía tener tos convulsa (tenía dos meses mi peque!! nada más!!). Pero por suerte fue falsa alarma. Nos hemos ido acostumbrando la una a la otra. Lo más duro fue sentir que podía morirme y que ella podía llegar a crecer sin mamá. Debo decir que no me asustó tanto la idea de no estar yo en el mundo, como la idea de que ella no tuviera a su mamá para acompañarla y apoyarla en cada momento de su vida...
El día del cumple la pasamos tranqui, todos trabajábamos así que fue un encuentro acotado. El festejo fue familiar, el 25 de mayo, en la casa de mi suegro. Ella se portó super, es una niñita muy dada, va con todo el mundo, y casi no llora nunca, pero sí se ríe sin parar. Todavía tenemos mucho por aprender juntas pero estoy segura de que este amor tan intenso facilitará todo lo que esté por venir.
En algún momento que tenga unos minutitos, voy a contarles por dónde anda mi cabeza... me refiero a las secuelas que dejó en mí tanto ajetreo médico y la historia de la puta infertilidad. Y les quiero contar porque sé que sabrán no sólo escucharme (leerme) sino, sobre todo, aconsejarme.... y necesito de eso.
Pero hoy dejo acá, la exclusividad es de ella, el sol de mi vida... ya tiene un año y yo sigo llena de incredulidad (y de amor, claro!!) Besos a todas todas, por favor, no se desaparezcan, al menos no por mucho tiempo =)