Me llamo Lucía. Alguna vez me hice llamar Milena. Pero no, me llamo Lucía, tengo 34 años, transité la infertilidad, y con ella vinieron mil problemas más... todavía los padezco... necesito contarlos y compartirlos. Gracias por estar ahí.

jueves, 16 de junio de 2011

Así fue como mi niña llegó al mundo...

Resulta sumamente difícil sentarse con tiempo a escribir (o incluso a ir al baño!!) con un bebé de semanas. Es cierto que uno no vuelve a dormir plácidamente, al menos no por ahora. Es cierto que casi no queda tiempo libre a pesar de que pasamos la mayor parte del día, o todo el día, sin trabajar... o en realidad, trabajando de madres. Pero también es cierto que todo eso se hace con tanto amor, y tanta felicidad, que no pesa. Al menos a mí, no me pesa no dormir, no tener tiempo, no poder ver amigos, etc... En fin, vamos a lo que les quería contar. Esta historia fue complicada desde el comienzo y por supuesto el final iba a ser acorde a la situación.
Como conté en un post anterior, cuando comencé las últimas ecografías con doppler de control, me dijeron que tenía que volver a hacer reposo porque la peque tenía bajo peso, y que si no llegaba a nacer  con 2.500 kg la mandaban a neo seguro. Al mismo tiempo, el líquido amniótico comenzó a disminuir bastante marcadamente sin razón aparente.
El viernes20 de mayo fui a mi consulta con el obstetra (mi FPP era el 10 de junio). El lunes 23 tenía que hacerme la última eco con doppler de control. Entonces el obstetra me dijo que apenas saliera de hacer la eco, me fuera a verlo al consultorio (la eco la hacía en el sanatorio, él hace consultorio ahí, y ahí es donde yo iba a parir), y que si el líquido habíavuelto a disminuir, me iba a fijar una fecha y me iba a inducir el parto, intentando siempre que fuera parto vaginal.
Tenía turno para la eco a las 13, el barba llegaba de trabajar a las 15, y a las 16 lo veía al obstetra. Por algún milagro inexplicable, el Barba llegó a su trabajo (a 70 km de Rosario) y decidió volverse para poder estar en la ecografía, algo que yo consideraba innecesario dado que luego iríamos juntos a hablarcon el obstetra. En fin, entramos a hacer la eco a las 14.20 (venía atrasado el asunto).
Cuando entramos, había una chica que era residente, y el ecografista estaba hablando por teléfono afuera. La chica en cuestión empieza a tomar medidas, nos dice que la beba había crecido pero seguía siendo pequeñita, y nos dice además que el líquido amniótico seguía disminuyendo. A las 14.30 entró el ecografista, tomó un par de medidas y de pronto, cuando se posiciona sobre el corazón de mi niña, le dice a la residente: "Vos viste esto?" Y acto seguido se va. Vuelve a entrar 30 segundos dspués, con cara de preocupación. Un minuto más tarde, entra su secretaria diciéndole "aquí está Julio en el teléfono". Julio se llama mi obstetra. Ahí ya comencé a preocuparme, y mucho. El barba y yo nos mirábamos incrédulos. El ecografista se va a hablar afuera, nosotros no escuchábamos lo que decía. Le preguntamos a la residente: "pasa algo?" Su respuesta fue "Sí, algunos valores no están dando bien". Antes de poder preguntar más, vuelve a entrar el ecografista... esta vez acompañado por dos enfermeras y una camilla... yo pregunté qué pasaba, para quién era eso. Conclusión: la camilla era para mí, me subieron a ella y comenzó una larga escena tipo ER EMERGENCIAS, en donde comenzaron acorrer por los pasillos conmigo subida a la camilla sin entender nada, diciéndome que me llevaban a quirófano. Lo mandaron al Barba por otro camino. Entré a quirófano y la gente seguía corriendo allí adentro. Vino una médica y midió los latidos de mi beba, y apareció mi obstetra corriendo y dijo "por suerte mejoraron, pero vamos a sacarla igual". Yo todavía no caía en que en minutos más nacería mi hija. Por suerte, el obstetra jamás me dijo qué estaba pasando en realidad. Mientras todos se preparaban él se quedó al lado mío tomándome la mano y diciéndome que me quedara tranquila. Mientras tanto, las enfermeras me desvestían y me ponían la bata. Yo seguía pensando que todo terminaría pronto y que era una falsa alarma. Pero no.
El obstetra llamó a mi urólogo, que también vino corriendo, a ver si ya que me hacían cesárea al menos podía ver el estado de mi uréter. Mi marido seguía afuera y yo temblando como una hoja pedía que lo dejaran entrar, pero no lo dejaban: las reglas decían que hasta que no estuviera todo listo para comenzar, él no entraba. Me pusieron la anestesia raquídea, me hicieron algunos chistes, me pusieron la telita verde para que no vea cómo achuraban mi panza, y ahí sí entró el Barba, todo disfrazado con gorro, bata y etc. Yo temblaba de miedo (aunque dicen que también es el efecto de la anestesia).
A las 15.23 nacía mi hijita. Yo la escuché llorar antes incluso de que la levantaran bien alto para que yo pudiese verla. Lloré todo lo que pude (que no era mucho porque sacudía toda la panza en donde me estaban cosiendo). Vi en cámara lenta cómo la pesaban: 2.475 kg. El obstetra le dijo al neonatólogo: quien dice 2.475, dice 2.500. Y como todos los signos vitales estaban bárbaros, no se la llevaron a neo, bajo la condición de que se tenía que prender a la teta y alimentarse super bien. Por suerte en este sanatorio no se los llevan a neo ni un segundo: el neonatólogo está ahí y le hace todos los test delante de uno, y jamás sale d nuestra vista....
Mi hijita ni siquiera tenía ropa, yo no había llevado ni el bolso... todo eso se fue solucionando luego, obviamente. Lo que había sucedido es que mi hija tenía una frecuencia cardíaca de 60 latidos por minuto, cuando lo normal era entre 130 y 170. No había tiempo que perder, y por eso decidieron que naciera en ese mismo momento (además, yo ya estaba de 37.6 semanas).
La peque fue bien peque pero fuerte y vigorosa desde el comienzo. Es una beba super vivaz y despierta para su edad (lo dicen los pediatras, además de la babosa de la madre). Se alimenta a pura teta y va engordando super bien. Estamos perdidamente enamoradas la una de la otra. Y me queda la convicción, la certeza, de que ha sido desde el momento mismo de su concepción una LUCHADORA... se bancó las mil y una, y hasta se bancó esa bradicardia sin secuelas (porque yo tampoco sabía, todo esto lo supe después, que el obstetra hasta temía que no naciera en buenas condiciones, ya que no se sabía desde cuando tenía esa bradicardia, y en la eco no se visualizaba la arteria cerebral).
Miro a mi hija y todavía me parece increíble. Pero la miro y también recuerdo no sólo mi lucha, que quizás no fue tan larga y dolorosa como la de otras  compañeras, sino justamente la de todas ustedes, las que lo lograron y las que siguen en camino. Mujeres que apostamos a la vida, y que peleamos por ella. Como mi pequeña princesa, tan pequeña y tan fuerte. Su nombre quiere decir FE, no lo elegimos por eso pero cada día que pasa estoy más convencida de que ese nombre le sienta particularmente bien. En su nombre, entonces, condenso el homenaje a todas ustedes, a todas nosotras, que no bajamos los brazos, y que nos merecemos ser madres.
Con menos tiempo, por supuesto, y quizás con pocas chances de hacer comentarios, pero siempre voy a estar de este lado leyéndolas y acompañándolas... espero que uds también me acompañen en este camino que se inicia, el de la maternidad... camino que les deseo fervientemente a todas.
Más que nunca, gracias por estar, gracias por leer.
Ah! en unos meses me operan el bendito uréter... sigue dañado, pero al menos no hay tumor (que existía esa posibilidad me enteré mientras estaba inmóvil en quirófano con la panza abierta, y conversaban el urólogo y el obstetra.... en fin!!!)

4 comentarios:

  1. Ayyy! soy la primera en comentarte!! que honor!
    Me quedé un poco en blanco, no encuentro palabras (y mirá que yo no tengo problema con las palabras)para decirte lo conmovedora que ha sido tu lucha, con tantos contratiempos físicos, y lo mucho que me alegro de que vos y la beba esten bien, sanita (bue..vos no tanto! Ja!, pero supongo que en vias de recuperarte, o por lo menos liberada como para tratarte ese tema en profunididad)
    Gracias por tus buenos deseos!
    Los felicito familia, y les mando un beso enorme.

    (Voy a aparecer como anonimo porque tengo problemas para comentar donde piden seleccionar perfil) y de paso aprovecho para comentar, poque seguro lo van a vaer otras chicas, que en algunos blogs como el de Mara, no puedo comentar porque no tienen la opción anomimo, y querido dejarle mensaje, pero no puedo.
    Besote
    Ceci

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  2. Mile!!! Que emocionante fue leer todo lo que paso. Dios cuantos miedos y que luchadora es Verita claro que si!
    Muchas felicidades y que te mejores pronto!!!
    Besotes
    Mimi

    PD: Me pasa lo mismo que a vos Ceci,´particularmente en el blog de Mara!!! ejej besoss

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  3. Qué relato! Lo que debe haber sido pasarlo. Increíble.
    Por suerte Vera ya está con ustedes y la deben estar disfrutando a full. Un beso enorme!!! Noe

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  4. Mile qué bueno saber que a pesar de todos los sustos esta historia tuvo su final feliz! Estoy segura de que es un aliento para todas. Todas las que peleamos, las que tuvimos miedo, las que tenemos la ilusión de no poder dormir para cuidar a nuestros bebés y no de miedo o ansiedad. Me alegro muchísimo por esta familia que arranca, con una bebita luchadora, que se ve que sale a la madre, jeje. Beso enorme!

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