Me llamo Lucía. Alguna vez me hice llamar Milena. Pero no, me llamo Lucía, tengo 34 años, transité la infertilidad, y con ella vinieron mil problemas más... todavía los padezco... necesito contarlos y compartirlos. Gracias por estar ahí.

domingo, 1 de agosto de 2010

Hace un año atrás...

Hace un año atrás pensaba que tenía ganas de viajar. MI madre y yo tenemos pendiente algún viajecito juntas las dos solas. A pesar de que hacía ya un tiempo considerable que buscaba un embarazo, suponía que no quedaba por mi estrés, por las obligaciones laborales, por los miedos, en fin, por todo lo que tenía en la cabeza. Por ese motivo no planifiqué viaje alguno con mi vieja: se suponía que de julio a enero/febrero había meses suficientes como para lograr finalmente el embarazo. Ahora pasó un año y no puedo creer estar todavía, como mes a mes, sumida en una angustia desbordante. Cuando pensaba, desde afuera, en la gente que estaba mucho tiempo buscnado un hijo, me imaginaba que en algún momento uno perdía la cuenta de en qué día del ciclo estaba, o dejaba de tener presentes las fechas "adecuadas". Ahora que hace tanto tiempo que buscamos, me doy cuenta de que - lamentablemente para mí - podríamos estar así muchos años más. El tiempo se hace lento si lo mido en ciclos menstruales, más allá de lo rápido que pase para otras cosas. Me indispongo y quiero tener YA una nueva oportunidad. Dos días después de ovular quiero que llegue YA la fecha de menstruación para comprobar que no va a llegar. Y así se van pasando los meses. Todos dicen que debería pensar menos, estar menos pendiente. Pero juro que no tengo ni la más mínima idea de cómo se hace, cómo se logra. Mientras tanto, vuelvo a planear un viaje con mi madre, para dentro de unos meses, que caerá aparentemente en el medio de mi ovulación, pero que no puedo seguir postergando por cosas que tampoco llegan. Y aún así, me da culpa perder "un ciclo" de oportunidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario