Me llamo Lucía. Alguna vez me hice llamar Milena. Pero no, me llamo Lucía, tengo 34 años, transité la infertilidad, y con ella vinieron mil problemas más... todavía los padezco... necesito contarlos y compartirlos. Gracias por estar ahí.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Vericuetos mentales

Si hay algo que siempre me enoja en esta vida, y mucho, es tener que soportar los comentarios de amigos, conocidos, médicos, o estúpidos de turno, que pretenden dar a entender que una mujer no queda embarazada porque su psiquismo se lo impide. "Estás muy nerviosa", "váyanse de vacaciones a descansar y seguro quedás", "será que quizás no lo deseás lo suficiente" y "cuando te relajes va a llegar solito" son algunas de las tantas frases ridículas que he escuchado y que seguramente hemos escuchado muchas de nosotras. Lo máximo me pasó hace un par de semanas cuando una persona que de verdad quiero mucho y que sé que me quiere, y que - aunque parezca mentira - sé que suele ser cuidadosa con sus palabras, me dijo muy suelta de cuerpo "se ve que para vos la idea de que "todo no se puede" te pegó por el lado de la maternidad, y como profesionalmente te va de diez, entonces lo que no se puede es tener un hijo". Y agregó, con soltura, "qué pena que sea así". A lo cual yo tenía ganas de responderle (después de haberle colocado una trompada) "y a vos quién carajo te dijo que es así???? y quién sos vos para venir a interpretarme la vida si ni siquiera te pago??? ¿además todavía no te enteraste que le pago fortunas a mi analista cada semana para que sea él quien tenga el privilegio de las interpretaciones?" y por último, "¿por qué no te vas a la peatonal a interpretar cosas al voleo que por ahí hasta te ganás unos pesos?". Obviamente no le dije nada de todo eso y quedó todo guardado en mi cabeza. La quiero mucho y no quisiera que nuestra relación se resienta por estas cosas. Ella tiene ya dos hijos, quedó embarazada (por supuesto) en menos de lo que canta un gallo, y encima se cree la mejor madre del mundo. Nada puedo decir yo de mis dolores que ella siempre piensa, no sólo que ya va a pasar, sino que además todo tiene que ver con mi cabeza.
Parece secundario o irrelevante que me hayan sacado endometriosis de las dos trompas, que hayan descubierto que no ovulo ni con estimulación, y que además mi cuerpo venga funcionando mal. Quizás "si lo deseara en serio" todo esto no pasaría.
Estoy convencida de que este tipo de intervenciones, además de lastimar, nos menosprecian terriblemente en nuestro deseo de ser madres. Deberían estar prohibidas. O al menos, ya que eso no se puede, debería yo tomar más coraje y decirle a mi amiga que se vaya un rato a la mierda, y que cuando vuelva seguimos siendo amigas, porque de verdad la quiero, pero no quiero que me hable más de eso.

3 comentarios:

  1. Mirá, para serte sincera, pienso que es una bajeza y una crueldad lo que te dijo esa "amiga". Y más sincera soy: incluso me cuesta creer que detrás de esa boca, haya una buena persona.

    Pero a lo mejor, estando ahí, en la charla, conociéndola, no sé...

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  2. Que te puedo decir...............A veces es mejor no decir nada porque cuando uno cuenta esta la posibilidad de que la otra persona responda.Si te la queres sacar de encima delicadamente decile que si, en realidad no es tu mejor momento para ser madre y cambia de tema. Es el mejor modo de no volver a escuchar comentarios al respecto. Otra posibilidad es que en su afan de decirte algo,diga lo primero que se le cruza por la cabeza sin pensar si esta bien o mal,si te ayuda o no.
    A veces es mejor no contar y otras veces es mejor no responder.
    Besos

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  3. Yo de verdad creo que es una buena amiga... creo que también con estos temas me pongo extremadamente sensible, susceptible, y muy poco tolerante. Lo que me lleva a reafirmar que realmente nadie sabe lo que es pasar por esto si no ha pasado por ahí. Eso no quita que haya gente más comprensiva que otra, y sobre todo, más ubicada. Yo reconozco que soy demasiado "boca de jarro": todo el mundo sabe que tengo problemas para quedar embarazada. Asumí esto como algo que no debía avergonzarme, y me olvidé que más que eso, se trataba de algo que, en todo caso, podía entristecerme enormemente aunque no me avergonzara... igual pienso que todas las situaciones dolorosas son más fáciles de llevar si uno las cuenta, es como que de tanto contarlas, dejan de ser "la gran cosa", y uno se va acostumbrando a ellas... creo. Gracias por pasar.

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